La Mayoría de Americanos Apoya la Tortura
(espanol.llco.org)
En los Estados Unidos, el Comité de Inteligencia del Senado ha lanzado un duro informe sobre el uso de tortura de la Agencia Central de Inteligencia (CIA). El informe de 500 páginas es un resumen de un todavía clasificado estudio más amplio, de 6,000 páginas en los métodos de interrogación de la CIA y el tratamiento de los presos acusados de terrorismo. El uso de las prisiones clandestinas ha sido durante mucho tiempo conocimiento público. El uso del método submarino (waterboarding), que induce al cuerpo a pensar que se está muriendo, es el método más conocido de la tortura. El informe contenía nueva información interesante que no era muy conocida. Según el informe, fueron “injustamente arrestados” 20 por ciento de los detenidos. Un hombre con problemas mentales detenido sólo para obtener influencia sobre su familia. Además de eso, la CIA obligó a los presos en “una posición orientada hacia delante (Trendelenburg), con la cabeza más baja que el torso.” Una “bandeja de almuerzo” fue preparada como puré consistiendo “de humus, pasta con salsa, nueces y uvas pasas” y fue injerido rectalmente. Los hijos y las familiares de los detenidos fueron amenazados con la violencia y abuso sexual. Se utilizaron baños de hielo. Los reclusos fueron requeridos a permanecer parados por 66 horas continuas. Khalid Sheikh Mohammed fue torturado casi inmediatamente, sin siquiera molestarse con muchas preguntas. La CIA había planeado retenerlo indefinidamente sin cargos ni juicio. Los detenidos fueron torturados simplemente por no referirse a sus interrogadores como “señor” y por quejarse de dolores de estómago. El Departamento de Justicia de Bush mintió al Congreso en ocasiones, incluyendo también la afirmación de que la tortura frustró los planes de José Padilla. Además, el Departamento de Estado y otras agencias no fueron informados cuando la CIA hizo ofertas para abrir las clandestinas secretas en el extranjero. (1) Muchos otros ultrajes fueron documentados en el informe.
Aunque su efecto no se ha filtrado a la opinión pública de Estados Unidos totalmente, no es un secreto que Estados Unidos ha estado involucrado en un comportamiento terrible hacia los prisioneros en nombre de la lucha contra el terrorismo. Ha habido numerosos casos en los medios de comunicación donde la CIA ha sido capturada secuestrando a personas en las calles y enviándolas a cárceles clandestinas para ser torturados. A veces, las personas han sido inocentes o han sido detenidas la basándose en identidad equivocada.
La práctica de la “entrega” ha estado en numerosas ocasiones expuesta en los medios de comunicación, sin embargo, ha provocado poca indignación pública. Probablemente el escándalo de las torturas más conocida fue la de Abu Ghraib, donde numerosas fotografías surgieron del personal militar estadounidense torturando a prisioneros iraquíes. También ha habido numerosos casos de tortura policial y violencia dentro de los Estados Unidos, y un aumento general en el estado de seguridad. Aún con todo esto, la mayoría de los estadounidenses, según una encuesta en 2009, apoyan el uso continuo de la tortura. Una buena mayoría, el 71 por ciento, de los estadounidenses respondió que la tortura puede justificarse en algunos casos. Según la encuesta, el 49 por ciento dijo que puede “a menudo” o “a veces” ser justificada y el 22 por ciento respondió que la tortura puede ser “rara vez” justificada. Sólo el 25 por ciento de los estadounidenses dijo que la tortura podría “nunca” ser justificada. Estos números están hablando por sí mismos. Sin embargo, hay un cierto estigma asociado con contestar que la tortura es justificada. Es probable que el verdadero apoyo a la tortura es aún mayor entre los estadounidenses. (2)
No es extraño que más estadounidenses no se opongan a la tortura. Muchos estadounidenses perciben en sus intereses para apoyar la peor violencia del Estado. Esto no es raro en una población imperial. Los derechos humanos no se respetan si hay una amenaza real percibida al sistema. Esto demuestra cómo una población imperial puede compartimentar fácilmente su concepción de sí mismo. Por un lado, a la población de los Estados Unidos le gusta decir que sus ejércitos protegen la democracia y los derechos humanos a nivel mundial. Por otro lado, están muy dispuestos a tirar ese pretexto cuando lo necesitan, que es una de las razones que los estadounidenses están tan atraídos al militarismo, la inteligencia y los oficiales de policía en la televisión y el cine.
El primer mundo es un imperio de hipocresía. Debe ser eliminado. Rechazamos su mundo, su futuro. Nuestro futuro es aquel donde todas las personas tendrán la verdadera dignidad y la igualdad. Ellos libraran sus guerras de acuerdo a sus reglas. Vamos a librar nuestra guerra de nuestra manera.